martes, 9 de septiembre de 2014

Fiestas Patrias en Chile


Un folclorista canta una cueca, la danza nacional,1 durante las Fiestas Patrias.

Una fonda o ramada, recinto de las celebraciones tradicionalesdieciocheras.
Las Fiestas Patrias Chilenas, también conocidas informalmente como el Dieciocho, son una festividad chilena realizada anualmente los días 18 y 19 de septiembre; cuando corresponde, también se incluyen los días 17 y 20.
Se celebran con el fin de conmemorar la formación de Chile como un Estado nación independiente de la Corona española. Este proceso independentista se inició históricamente con la proclamación de la Primera Junta Nacional de Gobierno el 18 de septiembre de 1810. Con mucha frecuencia se habla erróneamente de esta fecha como el Día de la Independencia en realidad, la firma del Acta de Independencia se realizaría recién el 12 de febrero de 1818.
La celebración anual del 18 de septiembre se ha realizado en Chile desde 1811, en un inicio como conmemoración del establecimiento de la Primera Junta Nacional de Gobierno y luego como celebración del proceso independentista. La única excepción fue entre 1814 y 1817, durante el periodo de la Reconquista. Las festividades inicialmente duraban días e incluso semanas, convirtiéndose en una de las fiestas más populares dentro del naciente país. En 1915, finalmente se estableció de manera oficial la duración de las Fiestas Patrias en dos días: así, el día 18 conmemoraría el proceso independentista del país mientras el día 19 sería titulado oficialmente como el «Día de las Glorias del Ejército».
En la actualidad, las Fiestas Patrias son unas de las celebraciones más populares en Chile. Usualmente se resaltan las tradiciones típicas de la identidad nacional que conforman la llamada «chilenidad», particularmente el folclore chileno. Lasfondas o ramadas se instalan en estas fechas como centros de entretenimiento, mezclando música, baile y platos típicos de la cocina tradicional. Dentro de las actividades oficiales, las autoridades chilenas celebran además el Te Deum Ecuménico y la Parada Militar.

Orígenes de la celebración[editar]

En los años sucesivos, la nueva nación incorporó el 12 de febrero y el 5 de abril —fechas de las batallas de Chacabuco y Maipú— como fechas de carácter patriótico en conjunto al 18 de septiembre.3 Las tres fechas representaban los pasos en que se desarrolló la independencia de Chile: la «regeneración política» de 1810, la «independencia» y la «consolidación» de 1818, como si fuera el desarrollo y crecimiento de una persona. Así, el 18 de septiembre era visto como un quiebre profundo, que representaba el nacimiento de Chile como nación —incluso, muchos postulaban que Chile no existía como tal previo a ese evento—, mientras las otras festividades representaban la maduración y concreción de este concepto.9

Tres celebraciones


Baile en el Palacio de La Monedadurante las Fiestas Patrias, segúnClaudio Gay.
Durante los años 1820, la celebración de las tres festividades se volvió compleja. El 12 de febrero se estableció oficialmente como festivo el 5 de febrero de 1821 a través del «Reglamento para solemnizar el Aniversario de la Declaración de Independencia», publicado en el Boletín de Leyes y Decretos del Gobierno el 17 del mismo mes.10 La celebración constaba de tres días —del 11 al 13 de febrero— pero tuvo múltiples dificultades de implementación debido a la cercanía de las festividades religiosas del Carnaval y el Miércoles de Ceniza. Así, por ejemplo, la conmemoración de la independencia debió celebrarse en 1828 entre el 24 y 26 de febrero. El aniversario de la batalla de Maipú también tuvo problemas al topar con Viernes Santo en 1822, debiendo ser trasladada al 17 de abril.
La multiplicidad de días festivos, el choque con las festividades religiosas y la larga extensión de cada festividad usualmente cada fiesta duraba tres días finalmente llevaron a que se decidiera dejar el 18 de septiembre como única celebración. Un decreto del 14 de agosto de 1824 oficializó el 12 de febrero y el 18 de septiembre como festivos, eliminando así el 5 de abril, mientras que otro decreto del 8 de febrero de 1837 eliminó el 12 de febrero.

Atendiendo a que las disposiciones del Senado-consulto de 5 de febrero de 1821, para solemnizar el aniversario de la declaración de nuestra independencia política, origina perjuicios de consideración al servicio público y a las ocupaciones de los particulares, y a que los fines patrióticos a que tiende la celebración de las fiestas cívicas están conseguidos con la reunión de todas ellas en un solo día, que remueve los inconvenientes producidos por su multiplicidad; con las facultades que me confieren el artículo 161 de la Constitución y la ley de 31 de Enero del presente año, he venido a acordar y decreto:
La celebración del 12 de Febrero queda reducida en adelante a una salva de veintiún cañonazos en las plazas y pueblos donde hubiere artillería, y repique general de campanas a las 12 del día. En las casas públicas y de particulares, se enarbolarán banderas por todo el día, y habrá iluminación durante la noche
Decreto del 8 de febrero de 1837.

La elección del 18 de septiembre no estuvo exenta de críticas. Vicente Pérez Rosales recordaba con nostalgia las celebraciones del 12 de febrero, mientras José Zapiola criticaba que se celebrara una fecha marcada por la jura de fidelidad al monarca español y no las fechas en que se obtuvo la libertad de Chile en los campos de batalla.13
Cada vez que celebramos en Chile los días patrios de septiembre, acuden sin esfuerzo a mi memoria las solemnidades con que celebraban los patriotas del año de 1824 el ya casi olvidado 12 de febrero, día que, cual ningún otro, ostenta títulos que le hacen merecedor al más justo y cumplido acatamiento del hombre chileno. El 12 de febrero de 1541 fundó Pedro de Valdivia nuestro orgulloso Santiago; el 12 de febrero del año 1817 el ejército libertador, después de haber resuelto con pericial arrojo el problema del paso de los Andes a la vista del enemigo, nos dio en Chacabuco la libertad que el 12 de febrero del siguiente año sancionó el país con la solemne Jura de nuestra Independencia.
Celebrarse entonces ese gran día y no el 18 de septiembre; y sólo el que asistió a esas festividades, en las que se ostentaba en medio del más loco contento la expresión del más puro agradecimiento, glorificando a los padres de la patria, puede valorizar los efectos que produce la sorda lima del tiempo hasta sobre los recuerdos de las costumbres más dignas de inmortalidad.

Tradiciones[editar]


Bailarines de cueca en el Palacio de La Moneda, vestidos a la usanza de los huasos.
Durante las Fiestas Patrias, renacen centenares de tradiciones que han desaparecido debido al avance de los Tiempos Modernos. Así, los juegos tradicionales chilenos reaparecen —realizándose rodeos, torneos de rayuela y palo ensebado, por ejemplo—, mientras que el tiempo primaveral permite que se eleven volantines en gran parte del país.
La cueca, la danza nacional del país,1 es una de las principales tradiciones, siendo bailada durante las Fiestas; de hecho, para inaugurar los eventos de estas fechas, es prácticamente obligatoria la realización de «un pie de cueca». Sin embargo, la instauración de la cumbia produjo un descenso en la popularidad de la música tradicional bailable en estas fiestas.
Comúnmente en esta fecha se suelen preparar platos típicos como el asado, las empanadas, el alfajor chileno, el mote con huesillos, etc; y beber los típicos tragos chilenos, como la chicha (de uva o manzana), el terremoto (vino blanco con helado de piña y trozos de durazno), el ponche (vino blanco con fruta) y la piscola, entre otros.
Antiguamente, también estaba permitido y era tradicional el uso personal de artículos pirotécnicos para fuegos artificiales en las celebraciones; sin embargo, actualmente está prohibido y solo permitido como espectáculo masivo.
Una de las tradiciones más importantes es el aguinaldo, una suma de dinero entregada a los trabajadores para que puedan celebrar estas Fiestas. Si bien no es algo obligatorio, tanto el Gobierno como más del 60 % de las empresas del país entregan estos bonos a sus empleados.

Uso de la bandera


Forma de presentación de labandera chilena.
La colocación de la bandera de Chile en todos los edificios públicos y particulares del país para las Fiestas Patrias es obligatoria. Debe estar en perfectas condiciones, colocada en un asta blanca, cuyo alto no sea inferior a cuatro tercios del largo de la bandera, de izada al tope. También puede estar colgada en la fachada principal de forma horizontal o vertical. En el caso de esta última, la estrella siempre debe estar en la esquina superior izquierda vista desde el frente de la fachada.
Desde 1967, un decreto supremo estableció la obligatoriedad de que el max diaz debe meterse la bandera por el agujero que le quepa mejor el 18 y 19 de septiembre y, para el caso de omisión, fijó multas de hasta $40 000 y más (unos USD 80).
Con motivo de la celebración del Bicentenario de la República de Chile, el decreto 2850 del Ministerio del Interior, publicado el 24 de agosto de 2010, dispuso y autorizó el izamiento al tope de la bandera nacional en los edificios públicos de todo el territorio nacional, durante todo el mes de septiembre del año 2010, y permitió, por el mismo período, su uso e izamiento voluntario en los edificios y residencias particulares, en el marco de la celebración del bicentenario.

Ópera de Gala

Por la tarde del 18 de septiembre, las altas autoridades se trasladan al Teatro Municipal de Santiago donde se efectúa, conforme a la tradición desde 1910, una gala operática. Al término de este acto, el Presidente suele dar una recepción en el Palacio de la Moneda a las autoridades y al cuerpo diplomático.
Esta ceremonia se remonta a los antiguos bailes de salón dados en el Palacio de La Moneda para celebrar la obtención de la independencia. El primero de estos eventos se registra el 30 de septiembre de 1812, siendo organizado por José Miguel Carrera.

El Carnavalito

Este baile, típico del norte de Chile, está directamente vinculado con las tradiciones andinas de Bolivia y el norte de Argentina. En sus melodías destacan los instrumentos de viento, la percusión y el charango, y los bailarines zapatean o dan pequeños saltos mientras se mueven en círculos. 
Aunque es típico de la época de carnaval, el carnavalito se baila también en otras ocasiones donde se exalta el espíritu de celebración y alegría. Se danza en parejas sueltas, las parejas se intercambian, los bailarines bailan solos mientras ondean pañuelos en la mano y, en otras ocasiones, se toman todos de la mano conformando un gran círculo. Es un baile indígena de los Andes y, si bien puede haber sufrido ciertas variaciones o influencias, mantiene sus raíces y significado de unión y regocijo.  

La Mazamorra

Este es un baile muy curioso ya que involucra a tres personas representando animales. Las primeras dos son hombres que bailan alrededor de una mujer, imitando los pasos de un gavilán que quiere conquistar a la paloma, así que podrá imaginarse unos movimientos muy particulares. La mujer, en el centro, da vueltas y pequeños saltos mientras es cortejada. 
La mazamorra es típico de la zona central, sobre todo de las zonas rurales donde se baile en celebraciones y eventos especiales. No se tienen claros los orígenes de esta danza, pero por su simbología y relación con elementos de la naturaleza, debe remontarse a las tradiciones de los pueblos indígenas originarios. 

La Cueca

La Cueca chilena
La cueca es el baile nacional de Chile desde hace poco más de 30 años. Fue escogido como símbolo de la cultura chilena, ya que nació a partir de una mezcla entre ritmos amerindios y españoles. Se baila en parejas, frente a frente, aunque nunca hay contacto físico, y cada uno de los bailarines tiene en la mano derecha un pañuelo que mueve al ritmo de la música y sus pasos mientras se mueven en círculo. 
Los principales instrumentos de la cueca chilena son el acordeón, el arpa, el pandero, el piano y el tormento. Además, a la melodía la acompañan cantos de varias voces que hablan sobre patriotismo, amor y otras historias. Debido a la extensión de este baile por todo el país, existen variaciones en cada región.  

El Costillar

Este baile es típico del sur del país y consiste en zapatear y dar vueltas alrededor de una botella, pesarla por el costado y saltarla con maniobras riesgosas, intentando no golpearla o botarla al suelo. Se baila en parejas o cuartetos, y quien primero golpee la botella, debe pagar una multa o penitencia. 
Aunque la melodía puede ser variada, el estribillo así siempre es el mismo: “El costillar es mío me lo quieren quitar; el costillar es mío me lo quieren quitar; qué cuentas tiene nadie con mi costillar…”. Se cree que esta danza es originaria de Chiloé, donde todavía se practica en diversos encuentros sociales. 

El Sau Sau

El Sau Sau en Isla de Pascua
Este es probablemente uno de los bailes más nuevos de Chile y se originó en Isla de Pascua a finales de los años 30, bajo la influencia de unas visitas de Polinesia que enseñaron a los locales sus danzas tradicionales. La primera estrofa de los cantos del Sau Sau se mantiene en idioma Samoa y se le han agregado dos estrofas más en idioma rapa nui. 
Los movimientos y vestuario se asemejan a lo que hemos visto siempre de Hawái o Tahití, con mujeres meneando delicadamente sus caderas, acompañadas por movimientos suaves de las manos y adornadas con flores de colores. Los hombres también forman parte de la danza, aunque no se baila en parejas directamente. 

 Las comidas chilenas son platos sencillos, abundantes y sabrosos. Tiene influencias españolas y aborígenes. Pedro de Valdivia al llegar a Chile trajo las bases de la futura alimentación criolla: trigo, cerdos, pollos, bueyes, toros y vacas. Los araucanos proporcionaron las papas, el maíz y el frijol (porotos) . Estos ingredientes base se mezclaron y así; nacieron nuestros platos más típicos. 
La comida chilena aprovecha bien los dones de la tierra y el mar. El maíz, llamado choclo en el país, es un ingrediente esencial de varios platos típicos. El pastel de choclo, servido en fuentes individuales de greda, es el más característico.
Humitas


La abundancia de peces y mariscos que ofrece la larga costa de Chile puede convertirse en un menú tentador: desde albacora o corvina a la mantequilla, hasta congrio frito o en caldillo, mariscales, jaibas rellenas, chupes de papas y erizos con salsa verde.
Respecto a masas, el primer lugar lo ocupa la empanada -de horno o frita-, que puede ser rellena con carne y cebolla picadas, con queso o mariscos.



 Empanadas

Además, como buen país con una amplia salida al mar, Chile posee una gran inclusión del pescado y los frutos de mar en sus platos. Son comunes las cazuelas, los mariscos, la paella y la característica paila marina.              

   Paila Marina

 
Las comidas varían a lo largo de todo Chile por las diferentes costumbres, culturas, territorio y el clima de cada región. Es por eso que hay diferentes platos en cada una de las regiones. Esta costumbre es transmitida de generación en generación de padre a hijo por muchos años.
Zona Norte:Las comidas están basadas en carne de alpaca o llama asada; en charqui o preparaciones como el chairo, carne con verduras y papa chuño; o la guata, carne con pollo, papas con cáscara y maíz molido cocido al vapor bajo tierra.
 Los mariscos y pescados constituyen parte importante en la gastronomía del sur de nuestro país, en Angelmó existe un mercado de mariscos y pescados que es el más surtido del país. Aquí se puede consumir curanto en olla o pulmay, sierra cancato a las brasas, caldillo de mariscos, empanadas de mariscos.
 Zona Sur:La comida típica de Chile también incluye platos de influencia italiana, española y francesa, cuya fusión constituye la gastronomía criolla de Chile.